¿Por qué BIM?
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Por: Christian Salgado B
Consultor BIM / BIM Manager – M+Group
Frecuentemente llegan a nuestro despacho, solicitudes asociadas a la implementación BIM, y para quienes conocen nuestro trasegar en temas de diseño podrá ser algo extraño, pero la verdad es que, como empresa de diseño arquitectónico, M+Group desde hace un buen tiempo decidió implementar las buenas prácticas asociadas al uso de estas metodologías para sus proyectos, (por supuesto desde mucho antes de que existiera siquiera Revit).
En aquel entonces, se usaba Autodesk Architectural Desktop (que bien podríamos encajar en el modelo de BIM disgregado y relacionarlo como el “abuelo” o “tatarabuelo” del bien conocido Revit, y no por su funcionamiento o plataforma, que quede claro, sino por simplemente pertenecer a la familia del gigante del software para diseño Autodesk), como imaginaran, con el trascurrir de los años hemos acumulado importante conocimiento aplicado, que hoy nos permite ofrecer al gremio este tipo de servicios, y con ello contribuir a la evolución del sector.
Durante todo este tiempo como consultor especializado en estos temas y más recientemente como colaborador en M+, ante la pregunta de los interesados en la implementación, siempre he respondido con otra pregunta: ¿para que BIM?, y hoy quisiera explorar la importancia y magnitud de este cuestionamiento que aplica a empresas y proyectos por igual.
Y es que BIM, se ha convertido en pocos años, en la panacea del sector de la construcción, un sector que según estudios serios como los llevados por la mundialmente conocida empresa de investigación Mckinsey, presenta o presentaba (hasta hace un par de años) importantes niveles de atraso tecnológico, comparado con otros de su rango como la manufactura, no es de extrañar que hoy, más de 45 años después de que el concepto BIM viera la luz pública (1974), gracias a CHARLES M. EASTMAN y su estudio GLIDE (Graphical Language for Interactive Design), todo el mundo hable de él, de sus beneficios (sobre todo
económicos), y su importancia y relevancia en el sector.
Este reciente “boom”, ha permitido todo tipo interpretaciones, desde las que asocian erróneamente la metodología, con programas de software o fabricantes de este, hasta las que la encasillan en un determinado estadio del desarrollo de un proyecto, como es el caso de la coordinación técnica, o su uso en temas de sostenibilidad (muy de moda por estos días).
A este escenario se suma la avalancha de siglas y de conocimiento que ha sido creado alrededor de la metodología (LOD, BEP, LOI, MET, API, IFC, EIR, entre muchas otras), y como supondrán es apenas comprensible que muchos involucrados en el sector malentiendan los conceptos, y se genere un caos que nos aleja cada vez más de la riqueza y beneficios que entrega la pureza y nitidez del concepto.
Ésta falta de claridad, está haciendo que con mayor frecuencia futuros usuarios de la metodología (empresarios, clientes, stakeholders del negocio) tomen decisiones herradas, confundiendo frecuentemente lo que creen que quieren con lo que necesitan.
Con frecuencia veo intereses centrados en el “cómo”, más que en el “qué”, y lo peor desde mi punto de vista, más en el “cuándo” que en el “porqué”.
Bien lo expresa Simón Sinek, con su concepto del circulo dorado, (que a mi ver tiene aplicación más allá del mundo del marketing), olvidamos con demasiada frecuencia el “porqué”, esa profunda y sencilla pregunta, cuya respuesta nos moviliza a la acción, y que implícitamente responde y direcciona las demás respuestas (cómo, cuándo, dónde) que no son menores pero que definitivamente, pueden determinar el fracaso según el orden que asignemos a su respuesta.
Respuestas comunes delatan la superficialidad con la que se trata el tema, algunos responden: “porque todos lo usan”, otros responden: “porque me gusta el 3D, ¡es como magia!”, otros más: “porque voy a horrar dinero”, (entre otras sin saber el esfuerzo logístico y organizacional para que esto se dé), y otros un poco más aterrizados, “porque quiero ser más eficiente”.
Sin embargo, y sin que necesariamente haya respuestas correctas o incorrectas, olvidamos una regla básica de la vida, y es que, a mayor resultado esperado, mayor será el esfuerzo que hay que hacer para lograrlo. Y es allí cuando se dan los procesos de implementación que, sin previo diagnóstico y análisis detallado, dan por sentado la compra inmediata de nuevos computadores, licencias de software de última generación y por supuesto contratación de usuarios elite, que puede que dominen la herramienta (operativamente), pero dominen muy poco la metodología (estratégicamente), para cada compañía o cada proyecto.
BIM es mucho más que tecnología, de hecho, un artículo que vio la luz hace algunos años, propone que BIM es 10% tecnología y 90% sociología, claro!, los computadores y licencias no se manejan solos, deben ser operados por seres humanos, que sienten y que tienen aptitudes y actitudes frente a la solución de problemas, frente al cambio, frente al manejo de la expectativa, la frustración y que además deben reforzar constantemente habilidades y competencias como la empatía y la resiliencia, (pero bueno eso será motivo de otro escrito), y eso sin mencionar siquiera una parte importantísima del trípode necesario que sustenta la metodología BIM, los procesos!, y me refiero no sólo a los que usa la metodología per se, sino a los internos de cada organización que la hace única y que entre otras, son parte vital de lo que los especialistas llaman ADN y cultura organizacional.
Es por todo la anterior, estimado lector, que cada vez que usted o un conocido tenga la intención de si quiera pensar en hacer BIM (temporal o permanentemente), lo invito a que primero trate de solucionar a profundidad la gran pregunta: “¿por qué?”, “por qué lo quiere o lo necesita”, y cuando tenga la claridad necesaria, por favor asesórese correctamente, para que, en términos de uno de mis grandes referentes (Gartner Consulting), pueda afrontar con éxito y objetividad el pico de las expectativas y no lo consuma el abismo de la desilusión, en la búsqueda de la meseta de la iluminación, donde finalmente recibirá los esperados beneficios de la metodología BIM.